Un estudio de la Universidad de Nueva York (NYU) acusa a celebridades,
especialmente de la música, de complicidad en la promoción de bebidas y
alimentos altos en calorías y favorecedores del sobrepeso infantil y
juvenil. Entre otros, el informe -cuenta El País- cita a Beyoncé,
Enrique Iglesias y One Direction, como promotores de hábitos
alimentarios poco saludables en sus acuerdos comerciales con marcas de
bebidas y comidas. Esos artistas cobrarían de fabricantes de productos
con alto contenido de azúcar y grasa, pero poco valor nutricional,
contribuyendo a la obesidad infantil y juvenil, que en Estados Unidos se
considera una crisis de salud pública.
“Los músicos, actores y otras celebridades pueden ser tremendamente
influyentes, especialmente entre sus fans más jóvenes, que suelen ser un
público más fácil de persuadir”, aseguran los autores del estudio
publicado en la revista Pedriatics. “Los famosos deberían ser
conscientes de su influencia y promover mensajes más saludables. Se
debería hacer un esfuerzo para reducir la exposición de niños y
adolescentes a la publicidad de comidas y bebidas poco sanas”, añaden.
Los investigadores repasaron la publicidad con celebridades entre los
años 2000 y 2014. Identificaron a 65 músicos que han anunciado, directa
o indirectamente, 107 marcas diferentes de comida y bebida. El estudio
define como promoción no solo los anuncios, sino también la
participación en conciertos promocionados por un producto. De las 69
bebidas anunciadas, un 71% eran azucaradas. En los alimentos, entre las
38 promociones, las más numerosas eran de comida rápida (con McDonald's
a la cabeza), seguidas de patatas fritas, caramelos, cereales y
restaurantes. Un 80% del total era pobre en nutrientes.
La categoría que consigue más patrocinadores es la de bebidas
azucaradas. Pepsi, por ejemplo, es anunciada por Beyoncé, Britney
Spears, Christina Aguilera, Enrique Iglesias, Justin Timberlake, Katy
Perry, Mariah Carey, Calvin Harris, Nicki Minaj, One Direction, Shakira
y will.i.am. Este último, como Aguilera y Harris, también apoya a
Coca-Cola. Taylor Swift es la única que apuesta por la Coca-Cola light.
“No hubo anuncios de frutas, verduras o alimentos integrales, aunque
celebridades como PSY, Khloé Kardashian o Lamar Odom promocionaron
Wonderful Pistachio, que es el único producto de alimentación con una
puntuación saludable”, escriben los investigadores.
La industria de la alimentación rentabiliza la popularidad de los
cantantes entre los jóvenes y está dispuesta a pagar millones de dólares
a sus anunciantes. En 2012, Beyoncé Knowles firmó un acuerdo de
promoción con Pepsi estimado en más de 44 millones de euros. Justin
Timberlake recibió más de 5 millones por anunciar el I’m lovin’ it de
McDonald’s. Pitbull consiguió que las ventas del refresco Dr. Pepper
entre los latinos crecieran un 1,7% a pesar de la caída generalizada en
las ventas de bebidas gaseosas.
“La popularidad de las celebridades de la música entre los adolescentes
les sitúa en una posición única para servir como modelo a seguir, por lo
que estos famosos deberían ser conscientes de que sus promociones pueden
exacerbar la lucha de la sociedad contra la obesidad y deberían apoyar
productos más saludables”, concluyen los investigadores.
En Estados Unidos, muchas compañías de comida y bebida han llegado a un
acuerdo voluntario para no hacer publicidad dirigida a niños menores de
12 años, pero los autores del estudio creen que deberían incluir a los
adolescentes también. Cada año, un niño americano ve 4.700 anuncios y un
adolescente está expuesto a 5.900.
Los científicos también señalan que la presión social y la atención
mediática podrían hacer que los anuncios de comida de los famosos acaben
siendo rechazados al igual que ocurrió con los de tabaco.