Asegura la Asociación Americana de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo,
que en Estados Unidos cuatro de cada diez niños sufren desde la primera
infancia este mal alineamiento de los ojos, conocido popularmente como
"ser bizcos", dice HRN.
Puede ser endotropias (los ojos hacia adentro), exotropias (desviados
hacia afuera), hipotropias (hacia abajo) e hipertropias (hacia arriba).
Suele deberse a problemas neuromusculares y está relacionado con visión
pobre, pues el cerebro, al recibir dos imágenes diferentes, busca
corregir la información y “bloquea” la imagen del ojo más débil.
Se puede corregir
Los niños también deben ir al oftalmólogo y el estrabismo es una de las
razones para hacerlo. Los ojos desviados en un niño mayor de tres meses
son una advertencia de que algo puede andar mal.
El éxito del tratamiento de esta condición aumenta cuanto más pronto
empiece, puede ir desde ejercicios y gafas hasta el uso de parches.
Incluso, en sus orígenes, la toxina botulínica (más conocida como bótox)
se utilizó para paliar este problema de los ojos. También, para casos
complicados, hay una cirugía.
El consejo es prestar atención a los ojos de los menores, estar atento a
si tienen problemas para ver, si cierran un ojo al mirarte o inclinan la
cabeza, señales estas de estrabismo.