BACK
Cómo combatir el rencor en los niños (y II)

El rencor es una emoción negativa que puede ser experimentada por
personas de todas las edades, incluyendo niños. El rencor se caracteriza
por una sensación de resentimiento y enojo persistente hacia alguien que
se considera responsable de una ofensa o daño pasado, cuentan en Bebés y
Más.

3. Reflexionar sobre las consecuencias que tiene el rencor en su vida
Para ello, podemos hacerle preguntas como "¿cuánto tiempo hace que te
sientes así?", "¿te ayuda en algo sentir rencor? ¿o te hace sentir
peor?", ¿"cómo te sientes desde que tienes rencor por esta persona?".

La idea es que pueda valorar, por sí mismo, que el rencor en realidad,
solo le está "atando" a esa persona, y que este sentimiento le impide
soltar lo sucedido y sentir paz interior. Es como un hilo invisible que
nos ata a esa persona y a lo que dolió, sin poder soltarlo para poder
avanzar.

Y de esta forma, que encuentre los beneficios que puede haber en
perdonar, en dialogar con esa persona, dejar atrás lo sucedido,
reconciliarse con ello, etc. Podemos preguntarle: "¿cómo te sentirías si
le perdonaras?", o, "imagina que, poco a poco, dejas de sentir rencor.
¿Cómo te sentirías? ¿Qué cambiaría en tu vida?"

4. Fomentar la compasión

La compasión se define como un sentimiento de tristeza que produce el
ver padecer a alguien, y que nos impulsa a aliviar su dolor o
sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo.

La compasión es un sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a
alguien, y que nos impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a
remediarlo o a evitarlo.

Es un valor muy importante que nos ayuda a conectar con el dolor ajeno,
que se nutre de la empatía, y que podemos enseñar a los niños. La
compasión les ayudará a alejarse del odio y del rencor (algo muy
sanador), y a ser más empáticos y más buenas personas.

¿Cómo podemos fomentar la compasión en los niños? Por ejemplo,
reflexionando con ellos sobre qué significa que alguien lo pase mal,
cómo podemos ayudar a alguien a sentirse mejor, por qué es bueno ser
compasivo, etc. Y también, animarles a recordar momentos en los que
alguien ha sido compasivo con ellos: ¿cómo se han sentido?

5. Cultivar la flexibilidad

Trataremos de cultivar con ellos la flexibilidad mental. Por ejemplo,
podemos pautar o acordar algunas situaciones en las que sí podemos dejar
atrás el rencor.

Estas situaciones las podremos proponer conjuntamente; por ejemplo,
podemos dejar atrás al rencor si es la primera vez que esa persona nos
falla, o si nos pide perdón, o si se muestra realmente arrepentido, si
fue un accidente o un malentendido, si ya ha pasado X tiempo desde que
sucedió, etc.

Son solo ejemplos, cada niño deberá encontrar sus propias "reglas". En
este caso, se trata de trabajar la flexibilidad mental, alejándonos de
los extremos del "todo o nada" ("si me ha tratado mal, soy rencoroso";
¿qué alternativa tenemos?).

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Melissa Segal / Flickr