Etapa Infantil publicó una guía esencial para favorecer el proceso por
el que los niños pequeños abandonen los pañales y empiecen su transición
al uso del baño.
Dejar el pañal, por norma general, no supone un gran problema para los
niños: entre los 18 y los 30 meses, están preparados física y
psicológicamente para conseguirlo. Sin embargo, es necesario recordar
que este es un momento vital en el crecimiento y desarrollo de los
niños, por lo que la constancia y la paciencia de los padres es clave
para que lo consigan.
¿Cuándo están preparados los niños para dejar el pañal?
Generalmente, el momento adecuado para dejar los pañales se sitúa entre
los 18 y los 30 meses de edad. Sin embargo, es necesario recordar que
cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y que este paso no será
posible si no se ha desarrollado tanto física como psicológicamente. En
este sentido, pues, es importante que los padres entendamos que no
podemos comparar a nuestro hijo, sino que debemos observar su nivel de
madurez y ayudarle cuando está preparado para dar este paso.
¿Cómo ayudar a nuestros hijos a dejar el pañal?
Una vez hayamos observado que nuestros pequeños ya tienen la madurez
suficiente para dejar los pañales, será necesario entrenarles en el uso
del orinal, entre otras acciones que os detallamos a continuación:
Familiarizarles con el baño y su uso
Antes que nada, debemos hacer que los niños se familiaricen con el baño
y sus usos. Por ello, es fundamental explicarles qué es cada cosa, para
qué se usa, etc. Debemos tener en cuenta que, aunque el niño esté
acostumbrado a este espacio (porque lo bañamos en él, porque nos ha
visto muchas veces, etc.), ahora no será lo mismo: pasará de ser
observador a usuario y esto es un cambio que debe comprender.
Acostumbrarlos al vocabulario
Relacionado con el punto anterior, es necesario que los niños se
familiaricen con el vocabulario del baño. Pero, además, deben
familiarizarse con el vocabulario que deberán usar para ir al baño:
¿Cómo nos deben pedir ir al baño, el pipi, la caca, etc.? En este caso,
os recomendamos evitar palabras cortas, repetitivas, que los niños no
van a utilizar en su edad adulta: por ejemplo, es importante que
empiecen a decir la palabra “caca” en vez de “popo” o similares.
Ser ejemplo
Debemos dejar que los niños observen y aprendan, en general. Y este
caso, no es distinto. Pese a que hay personas a quien les pueda molestar
ceder esta intimidad, a la hora de educar a un niño, el ejemplo es lo
primero.
Enseñarles a usar el orinal
El orinal es lo primero que van a usar y mientras estén en esta fase,
aún no podemos retirarles los pañales. Sí, podemos cambiarlos por otros
similares a la ropa interior que llevarán, pero nunca retirarles los
pañales de buenas a primeras. Por ello, el orinal debe ser empleado como
el baño, pero sin retirar completamente los pañales.
Ponerles horarios y rutinas de aseo
Una buena manera de que los niños se vayan acostumbrando a utilizar el
baño y vayan dejando los pañales de lado es entrenar sus horarios.
Por ello, podemos acostumbrarles a hacer uso del orinal a primera hora
de la mañana, antes de ir a la guardería (si los llevamos), cuando haga
un rato que han bebido mucha agua, antes de irse a la cama, etc. El
hecho de que se acostumbren a estos horarios, les permitirá reconocer
cuando sienten la necesidad. Esta asociación es el principio de la
continencia y la retirada, definitiva, de los pañales.
Felicitarlos por sus logros
Nunca debemos olvidarnos de felicitarles por sus logros. Aunque nosotros
lo veamos como algo fácil, debemos comprender que para los niños este es
un período crucial en su desarrollo. Por ende, nunca debemos castigar ni
regañar al niño cuando se le escape el pipi o la caca. Todo lo
contrario: debemos animarle diciéndole que no pasa nada, que la próxima
vez lo conseguirá, etc., a la vez que le felicitamos cada vez que lo
haga bien.
Además, es importante que también hablemos con ellos cuando no consiguen
llegar al orinal a tiempo. Podemos hacerles reflexionar (comprendiendo
su nivel de madurez), la sensación que han tenido antes de mojar el
pañal, saber si hacía rato que lo notaban, preguntarles por qué no
avisaron antes, etc. De este modo, vamos concienciando al niño de las
sensaciones que va a experimentar y que deben guiarle para empezar a
usar el baño correctamente.
¿Cuándo es necesario acudir al pediatra o a un terapeuta?
Como hemos dicho, cada niño tiene su ritmo y, pese a que dejar el pañal
es algo que suele suceder entre los 18 y los 30 meses, esto no quiere
decir que sea una norma que todos los niños deban cumplir. Lo que
debemos fijarnos es en el avance que hace el niño: no se trata de que lo
consiga rápido o lentamente, sino que cada día haya un progreso. Si
observamos estos progresos, por pequeños que sean, indica que estamos
yendo por el buen camino.
Sin embargo, cuando vemos que el niño ya ha pasado de bastante esta fase
y sigue sin poder controlar los esfínteres, será necesario contar con el
consejo del pediatra y, de ser necesario, de un terapeuta. Estos casos
suelen ser: cuando el niño ya tiene entre 4 y 5 años y nunca ha
abandonado el pañal o, si habiéndolo hecho, ha habido una regresión y
vuelve a presentar incontinencia.
Dejar el pañal es un momento muy importante en el desarrollo de nuestros
hijos, por lo que debemos estar a su lado y apoyarles en todo momento.
En la gran mayoría de las ocasiones, los niños van adquiriendo el hábito
sin problemas, mientras que, en otros casos, será necesaria la ayuda de
un pediatra o de un terapeuta. Sea cual sea el caso, el niño siempre va
a necesitar el cariño y la comprensión por parte de sus padres.
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