Según un estudio publicado en 'The Lancet Haematology', los casos de
anemia, que afectan aproximadamente a una cuarta parte de la población
mundial, casi 2.000 millones de personas en 2021, están aumentando
rápidamente entre mujeres, embarazadas, niñas y niños menores de 5 años,
mientras que están disminuyendo en hombres. El África subsahariana y el
sur de Asia son las regiones más afectadas por este problema, con un
aumento de 420 millones de casos en las últimas tres décadas, informó
Reuters.
La anemia en los niños es un problema de salud significativo que se
caracteriza por una disminución de los niveles de hemoglobina en la
sangre, lo que resulta en una reducción de la capacidad de los glóbulos
rojos para transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo. Esta condición
puede afectar el desarrollo y el bienestar general de los niños, ya que
el oxígeno es esencial para el funcionamiento adecuado de todos los
órganos y sistemas.
Las causas más comunes de anemia en los niños incluyen deficiencias
nutricionales, especialmente de hierro, vitamina B12 y ácido fólico.
Estas deficiencias pueden deberse a una dieta inadecuada, falta de
consumo de alimentos ricos en hierro y otros nutrientes esenciales, o
problemas de absorción en el sistema digestivo.
Además de las deficiencias nutricionales, otras causas de anemia en
niños pueden incluir enfermedades crónicas, pérdida de sangre debido a
lesiones o infecciones, trastornos genéticos que afectan la producción
de glóbulos rojos, y enfermedades hereditarias como la talasemia y la
drepanocitosis.
Los síntomas de la anemia en los niños pueden variar, pero pueden
incluir fatiga, debilidad, palidez de la piel y las mucosas,
irritabilidad, dificultad para concentrarse, falta de apetito y bajo
rendimiento escolar. En los casos más graves, la anemia puede afectar el
crecimiento y el desarrollo del niño y aumentar el riesgo de infecciones.
Es fundamental que los padres y cuidadores estén atentos a los signos de
anemia en los niños y consulten a un profesional de la salud si observan
alguno de estos síntomas. El diagnóstico temprano y el tratamiento
adecuado son fundamentales para abordar la anemia y prevenir
complicaciones a largo plazo.
El tratamiento de la anemia en los niños generalmente incluye la
corrección de las deficiencias nutricionales mediante una dieta
equilibrada y la suplementación con hierro o vitaminas según sea
necesario. En casos más graves o específicos, puede requerirse
tratamiento médico adicional.
Para prevenir la anemia en los niños, es esencial asegurarse de que
reciban una dieta balanceada y rica en nutrientes, incluyendo alimentos
como carnes magras, legumbres, frutas, verduras y alimentos fortificados
con hierro y otros nutrientes. También es importante llevar a los niños
a controles médicos regulares y seguir las recomendaciones de los
profesionales de la salud en cuanto a la prevención y el tratamiento de
la anemia.
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