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Guía para padres primerizos (I)

Si nunca has sido madre o padre, la llegadadel bebé será de zozobra. Ignoras muchas cosas y te llueven consejos por todaspartes, algunos contradictorios. Entender a un recién nacido lleva su tiempo,dicen en Ser Padres. Hacia los cuatro meses los padres ya sabremos manejar consoltura a nuestro bebé pero, mientras, no nos vendrá mal una ayuda. Aquí tedejamos algún consejo para que te vayas guiando.

 

Entender a un recién nacido lleva su tiempo.Hacia los cuatro meses los padres ya sabremos manejar con soltura a nuestrobebé pero, mientras, no nos vendrá mal una ayuda. Aquí te dejamos algún consejopara que te vayas guiando.

 

Al principio no es sencillo entender al reciénnacido. Por esa razón ha nacido este listado, para poder ayudar desde laevidencia científica y los métodos avalados por expertos en cuidados del niñocomo son los pediatras.

 

Alimentación del bebé

 

   Losrecién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, del tamaño de una habichuela,por lo tanto, la cantidad de leche que les cabe es también pequeña. Losintervalos entre las tomas deben ser los que su cuerpo exija. La lactancia ademanda es fundamental, bien sea materna o con leche de fórmula.

 

  Muchos bebés regurgitan después de mamar o de tomarse el biberón. Esalgo normal. No hay razón para preocuparse, pues no suele ser mucha cantidad.Por regla general, solo echan la leche que han tomado de más. Esto es debido aque la madurez de la “puerta de entrada” al estómago es escasa y por tanto es fácilque funcione tanto en sentido de entrada como en sentido de salida.

 

   Enocasiones, el peque no se queda satisfecho después de mamar un largo rato. Estopuede pasar porque no mama bien: si succiona solo el pezón no sacará mucho. Hayque procurar que la areola del pecho también esté dentro de su boca. Antecualquier duda hay que consultar con tu matrona o pediatra, ellos te podránayudar a mejorar la postura y la calidad de la lactancia.

 

   Sise tienen gemelos, es muy normal que al principio lloren más que otros bebéscuando se encuentran hambrientos, ya que tienen que esperar su turno. Podemoscolocar a cada uno en un pecho, ambos a la vez, y en la siguiente toma,intercambiarlos. Si toman biberón, los ponemos en frente, sobre un cojín y selo damos al mismo tiempo. Aquí es fundamental el apoyo de la pareja en todaslas tomas.

 

   Loideal es que cada gemelo tenga su propio ritmo de comida, es decir, cuando lopiden. Si su hermano sigue durmiendo, le dejaremos hasta que se despierte. Pocoa poco irán acercando horarios y casi serán idénticos, pero no hay que olvidarque son dos personas distintas aunque se parezcan completamente.

 

   Haybebés que se duermen mamando. Probablemente no tengan mucha hambre o aúnestaban medio dormidos. En este caso, basta con mover un poquito el pezón paraque despierten y sigan chupando.

 

   Sino les damos pecho, los recién nacidos tienen que aprender a tomar el biberón.Lo mejor es que al principio sea siempre la misma persona la que se lo dé, puescada uno tenemos una forma diferente de darlo. Algunos bebés se desconciertanfácilmente. De igual manera que con la lactancia materna, ante cualquier dudaconsulta con tu pediatra o matrona sobre la preparación de biberones de leche.

 

   Noes aconsejable darle nada que no sea leche, ni infusiones ni ningún preparadoque nos hayan dicho que le ayudará a echar los gases. Es fácil encontrar estosproductos en la farmacia, pero aportan 0 beneficio al bebé e incluso pueden sercontraproducentes.

 

   Paraevitar que ingiera aire, si le damos el biberón, hay que verificar que está losuficientemente inclinado como para que la leche ocupe toda la tetina y no hayaburbujas de aire que pueda tragar sin querer.

 

  Durante cinco o diez minutos después de mamar, los bebés muestran uninterés especial por su entorno. Si lloran después de comer, probablemente seaporque quieren juerga y nosotros no les estamos haciendo caso. También puedeser porque tengan gases.

 

   Eleructo no es obligatorio, pero la mayoría de los bebés se sienten mejor despuésde haber echado el aire. Para ayudarles, podemos incorporarlos apoyándolossobre nuestro hombro, o bien ponerlos boca abajo encima de nuestras rodillas yles damos palmaditas en la espalda. Si un bebé no eructa no hay que forzarlo nitampoco agobiarnos con ello. Solo cuando los gases generen molestias frecuentese incluso dolor debemos consultar al pediatra.

 

   Lapostura adecuada para acostar al bebé después de comer es boca arriba. Es mássegura y hará que le molesten los gases en menor medida. Esta postura es la quedebe tener siempre en la cuna para evitar la muerte súbita del lactante.

 

   Lasmanchas de leche en la ropa huelen mal. Se pueden quitar con una mezcla de aguay bicarbonato. No solo se quita el mal olor, también la mancha.

 

   Enlos cinco primeros meses, la mayoría de los niños duplican su peso y hacia elfinal del primer año, suelen pesar tres veces más de lo que pesaron al nacer.

 

  Pesar al bebé a diario no tiene sentido y puede convertirse en unafuente de estrés innecesario. Si está contento, activo y crece bien, significaque está bien alimentado. Comprobar que orina con frecuencia y que deponeadecuadamente debe tranquilizarnos. El pediatra lleva un seguimientoexhaustivo, si él detecta algo raro, tomará algún tipo de medida.

 

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