Investigadores de diversas instituciones, como la Universidad de Miami,
la Universidad China de Hong Kong Shenzhen, la Universidad de Duke y la
Universidad James Madison, han llevado a cabo un estudio que revela la
capacidad de niños mayores (de 8 a 9 años) para identificar y evitar
rostros enfermos, igual que ocurre en algunos adultos, informó Reuters.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades
infecciosas representan una de las principales causas de muerte en niños
a nivel mundial. Además, los niños tienen una mayor susceptibilidad a
contraer estas enfermedades.
Sin embargo, existe un vacío en la investigación que evalúa las
reacciones de los niños ante rostros enfermos. Es fundamental comprender
cómo se desarrolla esta habilidad en los niños para reconocer y evitar
enfermedades, con el propósito de mejorar la salud infantil y la salud
pública en general.
Investigaciones anteriores se habían centrado en la capacidad de los
adultos para reconocer, basándose en los rostros, si alguien está
enfermo y si conviene acercarse o evitarlo.
En este estudio reciente, publicado en la revista científica 'Child
Development', los investigadores recopilaron imágenes de rostros de
personas cuando estaban enfermas, en casos de enfermedades contagiosas
de corta duración como la COVID-19, y cuando se encontraban en buen
estado de salud, totalmente recuperadas.
Para llevar a cabo esta investigación, se involucró a niños a través de
plataformas en línea, como redes sociales, y se contó con la
colaboración de asociaciones locales, como centros de maternidad y
museos. Los adultos, por su parte, fueron reclutados de un grupo de
participantes en investigaciones de pregrado de la Universidad de Miami.
La muestra del estudio abarcó a 160 participantes, divididos en grupos
de 4 a 5 años, 8 a 9 años y adultos. La mayoría de los participantes
eran de origen étnico blanco y no hispanos.
Los investigadores se centraron en recopilar imágenes en línea de
personas que presentaban enfermedades contagiosas y, a través de juegos
en línea adecuados para niños, evaluaron la habilidad de los
participantes para identificar y evitar rostros enfermos. Los resultados
indicaron que los niños mayores (de 8 a 9 años) podían reconocer y
evitar rostros enfermos, con los adultos mostrando mayor precisión en
esta capacidad en comparación con los niños más jóvenes (de 4 a 5 años).
Estos hallazgos contribuyen al creciente cuerpo de evidencia que señala
la sensibilidad de los seres humanos hacia los rostros enfermos.
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