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¿Qué fue primero, el razonamiento o el habla?

Existe un tema que suscita controversia entrelos expertos en neurociencia: ¿los niños que aún no saben hablar tienen lacapacidad de razonar? Esta pregunta constituye uno de los principales enigmasen el campo científico, ya que implica descubrir cuándo comienza la habilidadde pensar y si esta surge de manera independiente al lenguaje y la educación.En este contexto, una investigación liderada por la Universitat Pompeu Fabra(UPF) y cuyos resultados se han divulgado recientemente en la revista 'CurrentBiology', indica que el pensamiento lógico emerge a edades muy tempranas, almenos a partir de los 19 meses, y no está directamente vinculado a lacompetencia lingüística, aunque puede facilitar el proceso de aprendizaje,leemos en El Periódico.

 

La investigación indica que la lógica sedesarrolla principalmente a través de la estrategia de la exclusión. Es decir,ante una realidad desconocida, los niños pequeños tratarían de analizarla yllegar a alguna conclusión al respecto, a través del descarte de las opcionesque, de acuerdo con su nivel de conocimiento, no son posibles.

 

Para llegar a esta conclusión, losinvestigadores han analizado las dos estrategias con las que los niños seenfrentan a incertezas: la asociación y la exclusión. La primera implicaría quelos niños, al escuchar una palabra nueva que puede referirse a dos objetosdesconocidos que están viendo, asocien mentalmente el término a cada uno deellos. Posteriormente, asociarían el término con el objeto con el que lesencajara mejor esta denominación.

El núcleo endorestiforme se encuentra dentrodel pedúnculo cerebeloso inferior.

 

La segunda estrategia (exclusión) explicacómo, a partir de un razonamiento lógico por eliminación de alternativas, unniño pequeño puede aprender una nueva palabra. Por ejemplo, si ve dos objetos(A y B) y escucha un término desconocido que sabe que no es de A (porque conoceel nombre de A), determinará que es la denominación de B. Esta es la estrategiapredominante, según los resultados del estudio.

 

Dos experimentos

 

El equipo de investigación ha realizado dosexperimentos diferentes. En el primero de ellos, han participado 61 niños yniñas de 19 meses (26 monolingües y 35 bilingües). En el segundo, la muestra lahan formado 33 participantes de esta misma edad (19 monolingües y 14bilingües). El análisis de ambos grupos era fundamental para determinar si losprocesos deductivos dependen de la experiencia lingüística.

 

En el primer experimento, se mostraban dosobjetos a los participantes, que tenían que relacionar con alguna de laspalabras que escuchaban, a través de diferentes pruebas. En la primera deellas, tenían que observar dos objetos que conocían (por ejemplo una cuchara yuna galleta) y, al escuchar un término (por ejemplo cuchara) asociarlo a uno delos dos. En la segunda prueba, se mostraba a los niños pequeños un objeto queconocían (por ejemplo una manzana) y otro que desconocían (por ejemplo, uncarburador), y escuchaban la palabra correspondiente al objeto conocido(manzana), que tenían que identificar. La tercera prueba era igual que lasegunda, excepto por el hecho que el término escuchado correspondía a lapalabra desconocida (siguiendo con el ejemplo anterior, carburador).

 

En el segundo experimento, se usaban dosobjetos o seres animados (por ejemplo, un paraguas y la figura de un chico),asociados cada uno de ellos a un sonido. Posteriormente, se cubrían los dosobjetos de modo que el niño no los veía y uno de ellos se metía en una copa. Aldescubrirlos, sólo veía uno de los dos objetos y debía adivinar, poreliminación, cuál se encontraba dentro de la copa. En una prueba posterior (conlos dos objetos cubiertos y sin variar su posición), escuchaba el sonidoasociado a uno de ellos y se analizaba si dirigía la mirada hacia el objetocorrecto.

 

En todas estas pruebas, se evaluaban lospatrones del movimiento de su mirada. Por ejemplo, al hacer un razonamiento porexclusión, lo que hacen los niños pequeños es dirigir la mirada al objeto A y,si descartan que el término que han escuchado se refiera a él, entonces giranla mirada hacia B. Es lo que se conoce como estrategia de doble revisión. Y nose han observado diferencias entre menores monolingües y bilingües.

 

La autora principal de la investigación, KingaAnna Bohus, asegura que "en una tarea de mapeo de palabras referentes,tanto los bebés bilingües como los monolingües muestran un patrón de inspecciónoculomotora que previamente se había encontrado como un sello distintivo delrazonamiento disyuntivo en adultos y niños”.

 

Los resultados del artículo se exponen en elartículo titulado 'The scope and role of deduction in infant cognition',elaborado por Kinga Anna Bohus, Nicolo Cesana-Arlotti, Ana Martín-Salguero yLuca Lorenzo Bonatti.

 

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Filipe Leme /Pexels