Un canto a la vida, a la infancia, a lanaturaleza, a la humanidad, un cuento mágico. Así es la nueva entrega de larealizadora mexicana de origen salvadoreño Tatiana Huezo, quien presentó suúltimo film en el Festival de San Sebastián. "El Eco", en la secciónHorizontes Latinos, donde hace dos años ganó el máximo galardón en esta mismasección, con "Noches de Fuego", que también fue muy bien acogido enCannes. Un logro más después de ganar el premio a mejor documental este año enla Berlinale.
En su encuentro con la prensa en el SSIFF, ladirectora narró sus experiencias y el largo proceso que le tomó el desarrollo yculminación de su proyecto. "El rodaje se llevó a cabo en la ciudad dePuebla, México. Quería contar una historia que se sumergiera en el universo dela infancia. Desde hace un tiempo estaba explorando lo que pasa en ese momentode la vida, más aún criando a una hija casi adolescente. Tardé muchos meses enencontrar 'El Eco' que buscaba, y lo hice en esta pequeña comunidad. Queríabuscar niños campesinos en México, porque en otros lugares, se hacen adultosmuy pronto. Una maestra rural me ayudó a recorrer estos lugares en Puebla,buscando algo que me convenciera", declaró.
Además, añadió: "Fue así como apareció'El Eco'. Fue amor a primera vista. Aquí conocí a una niña, Luzma, a través dela abuelita Eustolia, y nos hicimos muy amigas. Esta investigación duró cercade cuatro años de convivencia intermitente para ganar la confianza de lacomunidad, para que me dejaran trabajar con los niños y luego volver a hacer lapelícula".
"Una vez pregunté por qué el nombre delpueblo, El Eco. Pero nadie supo responderme a más de que aquí sopla fuerte elviento y se lleva las palabras, por lo que hay que tener cuidado con lo que sedice, porque nos enteramos de todo. Creo que esa fue la señal para saber queese era el lugar indicado", señaló Huezo, y que lo era justamente por laimportancia de la parte sensorial que quería lograr con el viento y lanaturaleza.
"Tenía una enorme necesidad de seguirhablando de México desde otro rincón. Es menos doloroso. Tenía una grannecesidad de apartarme de la herida, de esa herida profunda que atraviesa mipaís", reconoce la cineasta. "Poco antes de comenzar el rodaje, laabuelita Eustolia falleció y me hizo dudar si construir o no el film. Pero detodo esto saqué una lección más importante que aprendí con este proyecto, y esque en la vida, cada día hay muchas cosas y momentos extraordinarios que nosdan para una película y para cien más", recalcó.
"El Eco" es una producción que sediferencia de sus trabajos anteriores, donde claramente es un documental que altiempo parece ficción, por su narrativa, montaje y la manera de relatar lahistoria dentro de esta pequeña localidad.
"Por eso quería acercarse a la magia quedesprende una comunidad como la del Eco, de ver crecer a los más pequeños en unambiente no exento de dureza, en una zona donde el clima es muy extremo, dondehay sequía y se mueren los animales", manifestó. "Quería contar en undocumental, que me permitiera trabajar sin prisa, volver a poner los pies en latierra y volver a mirar a los ojos a la gente. Fue todo un desafío, pues es laprimera vez que me lanzo a seguir mis instintos sin tener siquiera previamenteun guion, algo estructurado", añadió.
Esta nueva propuesta de la realizadora hablasobre un pueblo remoto en el norte de México donde la vida se compone de lascosas más sencillas. Ser niño aquí es una experiencia única desde el primerdía: involucrando a la naturaleza, los animales y las personas. Pero también elamor, la intimidad y los ciclos de la vida. Y la educación, al menos para lageneración más joven.
El cine de Tatiana Huezo posee una constantebúsqueda formal y estética, pero también de ética. Trabaja con las historias deotros y las comparte con distancia y cercanía al mismo tiempo, pero sobre todocon profundo respeto. La presencia de los temas de carácter social, lainfancia, la mujer y la violencia no explícita, se reflejan con el granhumanismo que impregna a todas sus complejas obras.
© SomosTV LLC-NOTICINE.com / Photo ©:NOTICINE-com-T.A.